El dragón es un animal sagrado en china y aun se celebran fiesta en honor a ellos, y estos representan la fuerza y la abundancia.
Hasta su horóscopo tiene un signo del dragón. Antes, los chinos realmente creían en la existencia de estos grandes reptiles voladores.
El emperador era conocido como el “Hijo del Dragón” o se decía que él se sentaba en el “Trono del Dragón”.
Los dragones chinos y japoneses simbolizan el poder espiritual supremo, el poder terrenal y celestial, el conocimiento y la fuerza, y por lo tanto son benévolos.
El dragón es la insignia más antigua del arte de estos países.
Proporcionan salud y buena suerte y viven en el agua. Según las antiguas creencias chinas, traen la lluvia para la recolección.
Es por eso que el dragón se convirtió en el símbolo imperial de ese país.
También éste se representa con cuernos y escamas, y su espinazo está erizado como en púas, y tiene una perla en la garganta que puede escupir, la cual representa el poder del sol que en él reside y es la base de su fuerza y sus poderes.
Esta poderosa gema es la piedra más sagrada y preciosa, de brillo propio y muy, pero muy, pesada, la llaman: «piedra que concede todos los deseos» y está situada exactamente en el nivel nueve del cuello de un dragón.
La perla puede regir, y de hecho rige, las mareas, las fases de la luna, la lluvia, el trueno, el rayo y el mismo ciclo de la vida > muerte > transformación > renacimiento.
Los dragones, a veces, las escupen y su brillo puede iluminar bien una casa entera y, de hecho, lo mejor de estas poderosas piedras es: saborearlas, pues saben al mejor y más fino sorbo de vino jamás creado. Además, quien posea una jamás podrá abusar de ella para su beneficio propio y sólo podrá usarse siempre para lo que fue creada: el beneficio común de la naturaleza y todas sus especies (incluidos los humanos).